Atenidos desatendidos

Mayo 7 /2020

Columna #4

Martuchis, no es el “qué” es el “cómo”

A Martha Lucía Ramírez se le fueron las luces en plena entrevista con Noticias Caracol donde de manera “ingenua” y acelerada dijo que los ciudadanos no podemos ser “atenidos” y esperar que el Gobierno trabaje por nosotros. No es para menos que las personas se ofendieran y la convirtieran en tendencia en Twitter, donde de diferentes formas le hicieron saber su inconformismo ante tales comentarios.

Las disculpas por parte de la Vicepresidenta no se hicieron esperar, aseguró que su intención nunca fue ofender a los ciudadanos sino recalcar que debemos trabajar todos juntos para superar la crisis económica ¿Será que fue suficiente?

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Atenido: Dicho de una persona que gusta de vivir a costa de los demás.

En Colombia hemos optado por buscar otra opción, estamos cansados del “no nos llame, nosotros lo llamamos”, algunos a punta de deudas y trabajo ventia’o han logrado tener su propio chuzito, gente de clase media, que ha levantado su local o su negocio independiente, esto a costa de ellos mismos y de su propio sudor, no del suyo Marthica. Y está la otra gente que vive del “rebusque”, palabra que suena más que el himno nacional, esos que llegan a altas horas de la noche con la garganta vuelta mierda de tanto promocionar sus productos y con unas ganas infernales de amputarse los pies, así al menos dejarían de dolerles tanto. En sus cocinas, con suerte hay una libra de frijoles, cuatro lulos y un pedazo de panela. En los bolsillos, lo justo para que la persona que le arrienda la pieza no le saque los ‘corotos’ a la calle.

¿Atenidos? Atenidos esos que van a calentar puesto, a jugar en el celular o contar ovejas en plena sesión del Congreso y que por hacerlo se están ganando decenas de millones a costa de los impuestos que pagamos. Los que más desean volver a trabajar son aquellos que hoy están rogando por un mercado y no lo hacen por mantenidos, lo hacen por necesidad. Porque la única oportunidad que tienen es poner su fe en un pañuelo rojo que no alcanzan a ver desde la casa de Nariño y aunque lo vieran, preferirían ponerselo en los ojos y salir a decir: ¿Esto acá no es atenidos a ver qué hace el Gobierno”.

Lobotomía